Las reacciones psicológicas al esperanto
I. Ignorancia ignorada
El psicólogo que estudia las reacciones a la palabra "esperanto" queda
impresionado por dos hechos: 1) Gran número de sujetos invitados opinar
sobre este tema hablan sin conocimiento de causa; 2) dan por sentado y, con frecuencia, citan espontáneamente diversas opiniones que dan por evidentes y
que, las más de las veces, son contrarias a la realidad verificable, por
ejemplo: " nadie ha escrito jamás una novela directamente en esperanto", "es un
lengua que nadie habla", "no existen niños cuya lengua materna sea ésta",
etc. Un buen ejemplo de estas convicciones se encuentra en una la carta de
un lector a la revista americana Time:
"el esperanto está desprovisto de
historia cultural, de literatura propia, de locutores cuya primera lengua sea
el esperanto." (Wells, 1987).
De hecho, se han escrito numerosas novelas en esperanto (Janton, 1989, ch. V
: "La literatura "; Encyclopédie Clarté, 1976); el esperanto es hablado a
diario en los contextos más diversos (Piron, 1987a, pp. 2-3) y existe un cierto
número de niños cuya lengua materna es ésta, generalmente nacidos de padres de
distintos orígenes que no tienen ninguna otra lengua común y que se conocieron
durante algún encuentro de esperantófonos (el lector escéptico que tienda a
verificar los hechos podrá, dirigiéndose al autor, obtener las direcciones de
algunas parejas, en esta situación: parejas de italiana-polaco, danés-holandesa,
neozelandesa-húngaro, holandés-japonesa, etc.)
Por otra parte, una buena parte de las personas sondeadas presentan todos
los signos de una implicación afectiva. Algunas veces entusiasmo, otras
excitación. Aunque lo mas frecuente es condescendencia. La persona interrogada
"demuestra" que el esperanto no tiene nada de serio y su tono es despectivo,
irónico o humorísticamente superior con respecto a los "ingenuos" que se
dedican a esto. Mientras que, para disponer de un comportamiento de referencia,
el investigador propone entonces a su interlocutor que se exprese de la misma
manera sobre el búlgaro o el indonesio, observa una reacción completamente
distinta. En un minuto, el sujeto ha explicado en un tono perfectamente neutro
todo lo que él podía decir, por regla general... que no sabe nada del
tema.
El contraste es sorprendente. Y llega a ser mas considerable
todavía cuando se comprueban los conocimientos mediante preguntas concretas :
literatura, extensión geográfica, riqueza de expresión, etc. Resulta entonces
que la información de la persona sobre el esperanto es casi totalmente errónea,
mucho más que algunos de los escasos conocimientos que posee sobre las lenguas
de referencia. Esta persona ignora todo sobre la cuestión, sin embargo ella
ignora que lo ignora. ¿Como proceder para que sea consciente de su incompetencia
en un caso pero no en el otro?
Si se sondea posteriormente, se obtiene un principio de respuesta: Lenguas
como el búlgaro o el indonesio se perciben como pertenecientes al mundo de los
hechos, al mundo real, mientras que el esperanto se siente como una proposición,
como un proyecto utópico. Uno se inclina ante los hechos. Frente a un proyecto,
uno se siente impulsado a responder que sí o que no, luego a defender su
postura. ¿Pero por qué el esperanto no es percibido como algo situado en el
plano de los hechos?. ¿Y por qué la reacción es tan fuertemente afectiva?. Esta
actitud no sólo se limita a las conversaciones individuales, valga como
testimonio el párrafo siguiente, extraído de un artículo sobre la pedagogía del
latín, por otra parte neutro e informativo:
"Gloria pues al latín, y abajo el esperanto, mezcla de artificioso mal
gusto y de esperanzas frustradas" (GP., 1985).
Esta frase, sin relación con el conjunto, da la impresión de un acceso
emocional surgido, como una burbuja, de quién sabe que profundidades del
inconsciente. ¿Por qué?.
2. Mecanismos de defensa
El discurso sobre el esperanto o sobre el campo más vasto de la
comunicación lingüística internacional, tal como el que se obtiene fácilmente al
pedir a un interlocutor que opine libremente sobre este idioma o como el que se
presenta en asambleas a las que se les plantea la cuestión, se manifiesta en el
análisis caracterizado por la puesta en marcha de de los mecanismos de defensa
clásicos: El sujeto organiza inconscientemente tácticas destinadas a evitar
hacer frente a una realidad presentida como algo amenazante. He aquí algunos
ejemplos.
a) Negación
El esperanto está considerado como inexistente en los contextos en
los que sería lógico tomarlo en consideración. Es así como en el volumen Le
Langage de l'Encyclopédie de la Pléiade (Martinet, 1968), que en 1525 paginas,
trata tanto de jergas y argot como de traducción y afasia, sin embargo, no
contiene descripción alguna, como no sea un párrafo, de este fenómeno
desconcertante: una lengua conocida sólo por una persona hace un siglo, pero que
hoy es utilizada en el mundo entero por una diáspora . Igualmente la
experiencia de la que se dispone sobre el esperanto como lengua de conferencias
es considerable : Desde 1985, no ha habido ni un sólo día en el que en alguna
parte del mundo no se haya celebrado un congreso, un encuentro, una reunión
internacional, en la que ésta no haya sido la lengua de trabajo.
Cuando la ONU , por ejemplo, estudia en profundidad los problemas de
comunicación lingüística, sería coherente el tener en cuenta esta experiencia,
aunque luego se descarte, tras un examen, mediante razonamientos explícitos.
Pero este no es el caso (King et al., 1977; Allen et al., 1980; Piron,
1980).
Incluso un lingüista, examinando precisamente el tipo de comunicación
realizada cotidianamente en esperanto, aborda la cuestión como si tal
experiencia no se hubiese realizado jamás. Mientras que los economistas se
dedican a poner a punto una moneda común en Europa, ¿por qué no trataríamos
nosotros de crear una "Eurolengua"? (Lord, 1974, p.40).
La primera reacción de un industrial frente a un problema de producción,
consiste en darle vueltas a todas las soluciones aplicadas por doquier para
determinar, antes de buscar una fórmula nueva, si no existirá ya una que le
satisfaga. Esta manera de proceder, tan natural en la vida normal, no ha sido
jamás adoptada en el caso de la comunicación lingüística internacional. El caso
es tabú. Se hace negación de la realidad.
b) Proyección
La proyección consiste en atribuir al prójimo elementos psíquicos que se
hallan en el sujeto, pero de los que no tiene consciencia. Un buen ejemplo se
nos ofrece mediante la frase:
"Los esfuerzos desplegados con vistas a elaborar lenguas universales, que
podrían ser adoptadas sin prejuicios y aprendidas sin dificultad, lenguas como
el esperanto, proceden a la vez de una noble intención y de una perfecta
ignorancia de qué es y como funciona una lengua." (Laird, 1957, p. 236).
De hecho, el esperanto responde a todos los criterios admitidos en
lingüística para definir una lengua (Bosko, 1975a ; Bosko, 1975b; Martinet,
1967, p. 20; Wood, 1979). El autor que parte del principio de que esto no es
así,¿no debería situar en su persona la "perfecta ignorancia", que él atribuye a
su prójimo? (sobre el modo en que funciona el esperanto, ver el artículo del
linguïsta italiano Alessandro Bausani "L'esperanto, una lingua che funziona";
Bausani, 1961).
A menudo, se le imputa gratuitamente al esperanto características que lo
convierten en una amenaza destructiva o en una especie de mutante monstruoso.
Como prueba, el pasaje siguiente debido a la pluma de un profesor de lenguas
americano:
"La lengua, como el amor o el alma, es algo vivo y humano, aunque sea tan
difícil de de definir; es el producto natural del espíritu de una raza, no de un
hombre solo...Las lenguas artificiales son repugnantes y grotescas, como los
hombres provistos de piernas o de brazos metálicos o de marcapasos insertado en
el corazón. El Dr. Zamenhof, como el Dr. Frankenstein, ha creado un monstruo
hecho con piezas y trozos vivientes, y, Mary Shelley ha tratado de decirnos,
nada bueno puede salir ". (Arbaiza, 1975, p. 183).
¡Ojalá este autor, que juzga "repugnantes y grotescos" a quienes un
accidente, una enfermedad o una determinada malformación obliga a utilizar una
prótesis, no tenga que llevarla jamás!
Pero sea lo que fuere, está claro que este texto emana de una capa
irracional del psiquismo y se dirige a la parte irracional del lector. Tiene más
de pesadilla que de estudio objetivo de la realidad. Hay en él, manifiestamente,
una proyección sobre la lengua de un núcleo fantasmal, como el Golem, o el
Autómata definido por Baudouin (1950, pp. 225229). En lugar de estudiar la
lengua en su realidad lingüística, literaria, psicológica y social, se hace una
especie de personaje onírico animado de intenciones perversas, sin percibir lo
que tiene de delirante, en el sentido psiquiátrico del término.
c) Racionalización
Las tomas de posición irracionales son defendidas con gran
profusión de argumentos convincentes. Dicho de otra manera, como en el discurso
paranoico clásico, la construcción intelectual es de una lógica rigurosa. Sólo
la ausencia de inserción en los hechos desvela su carácter imaginario.
Por ejemplo, se atribuye al esperanto una naturaleza europea, flexional y
analítica lo que se explica por el hecho de que Zamenhof sólo conocía lenguas
indoeuropeas. Pero ninguna de estas afirmaciones ha sido comprobada .
Realmente, una parte importante, de las características del esperanto, vuelve a
su sustrato poli étnico, especialmente a las aportaciones asiáticas y húngaras
(la actividad literaria esperantófona, entre las dos guerras, se ha centrado en
una pléyade de autores magiares: La Escuela de Budapest ; el húngaro no es una
lengua indoeuropea). Uno de los rasgos principales de la lengua, el empleo, en
calidad de vocablos autónomos, de elementos que, en Zamenhof, no eran más que
afijos procedentes en gran medida de las transformaciones que ha sufrido la
lengua a causa de su adopción por personas de lengua materna china, vietnamita y
japonesa.
Zamenhof conocía bien una lengua no indoeuropea: el hebreo, y su obra lleva
su marca; por ejemplo, el campo semántico del monema -ig-, "volverse, hacerse,
hacer que, restituir", no tiene equivalente exacto, entre las lenguas que
conocía, más que el "hif'il" hebreo (Piron, 1984, p. 26).
El esperanto funciona por aglutinación, no por flexión. Los enunciados
pueden ser aquí tanto sintéticos como analíticos (la idea "iré al hotel en taxi"
puede ser expresada tanto por el sistema llamado analítico de las lenguas
modernas occidentales, es decir con ayuda de preposiciones: mi iros al hotelo
en taksio, como por modo sintético de las lenguas antiguas o de las actuales
como el turco o el finés: mi taksios hotelen). El estudio de textos y de
grabaciones de conversaciones, revela que las formas sintéticas son muy
frecuentes en el esperanto de hoy. Por otra parte, si, en el plano léxico y
fonético, el esperanto es indoeuropeo, no lo es, por supuesto, en el plano de
las estructuras: ninguna lengua lengua indoeuropea se compone como ella de
monemas (elementos significantes) rigurosamente invariables, rasgo que
caracteriza, por ejemplo, al chino.
d) Aislamiento
El aislamiento consiste en separar del contexto y en juzgar sin
referencias. Cuando un autor dice, hablando de
lenguas:
"Ocurre también que ellas nacen, pero nunca de la nada; el esperanto es un
fracaso" (Malherbe, 1983, p. 368),
el aísla la lengua internacional de su
contexto, tanto histórico como lingüístico . De hecho, el esperanto se inserta
en una larga serie de pruebas y de reflexiones que abarcan muchos siglos. Hay,
en el trabajo de Zamenhof , una lenta génesis que recuerda bien alas claras la
evolución de las lenguas étnicas, como la embriogénesis recapitula la
filogénesis (Waringhien, 1959, pp. 19-49). Por otra parte, los monemas que
constituyen la lengua son las huellas, no los elementos "sacados de la
nada".
El esperanto no ha nacido más de la nada que, por ejemplo, el criollo
haitiano. Una lengua aparece cuando responde a una necesidad. En las Antillas,
es porque querían comunicarse entre ellos ya que los esclavos de origen
africano hablaban idiomas mutuamente incomprensibles, se dotaron de una lengua
mixta en gran parte basada en el lenguaje de sus propietarios blancos.
Igualmente, había en el mundo, en los años 1880-1910, una fracción de la
población sedienta de contactos exteriores y deseosa de ampliar sus horizontes
culturales, pero sin tener la posibilidad de aprender idiomas. Estas personas se
adueñaron del del proyecto de Zamenhof y, utilizándolo, se creó una lengua viva.
Si las modalidades son diferentes al principio, el criollo y el esperanto
nacieron, no de la nada, sino de una misma fuerza socio-psicológica : El deseo
de dialogo en un contexto que conllevaba determinadas molestias.
Consideremos ahora el texto
siguiente:
"Tomemos un ave, un cisne de nuestro lago por ejemplo, desplumadlo
completamente, sacadle los ojos , sustituid su pico plano por el de un buitre
o de un águila, injertad en los muñones de sus patas los zancos de una cigüeña,
meter en sus órbitas las pupilas de un búho (...); seguidamente, lo insertáis y
gritáis : "He aquí el ave universal", y así os haréis una pequeña idea de la
sensación de pavor que ha producido sobre nosotros esta terrorífica carnicería,
esta vivisección nauseabunda, que no ha cesado de importunarnos bajo el nombre
de esperanto u lengua universal." (Cîngria, pp. 1-2).
Este pasaje, que revela igualmente el mecanismo de "proyección",
proyección del núcleo fantasmagórico sobre un medio de comunicación lingüística
que no exige tanto, demuestra una intensa reacción afectiva (" terrorífica
carnicería", "vivisección nauseabunda") . Pero si se elimina de él la
"descripción fotográfica" , solo se encuentran dos críticas :
a) El esperanto procede de una intervención humana sobre un "ser
vivo". b) El esperanto es una lengua heterogénea.
La conclusión no sería aceptable más que con tres condiciones : Que una
lengua fuese un ser vivo en el sentido biológico del término; que la
intervención del hombre sobre el ser vivo fuese automáticamente nefasta; que una
lengua heterogénea no pudiese servir para la comunicación.
Hipnotizado por la visión de su pesadilla, el autor aísla la imagen de
todas estas consideraciones. No ve que la asimilación de la lengua con un ser
vivo no es más que una metáfora con la que no se debe llegar muy lejos. El ave
en cuestión sufriría atrozmente. Cuando la ortografía holandesa se reformó en
los años 40, la lengua no gritó, ni siquiera fue necesario administrarle
anestesia alguna.
Sin embargo , es frecuente que el hombre intervenga con éxito sobre los
seres vivos. El hambre sería mucho más dramática en la India si no se hubiese
conseguido, por intervención consciente, producir nuevas clases de cereales. Y
no habría ni perro, ni rosa, ni pan, si el hombre no hubiese intervenido
deliberadamente en la naturaleza, aplicando inteligentemente los recursos de su
creatividad. Finalmente, si la heterogeneidad fuese un impedimento, el inglés no
podría ser una lengua satisfactoria. El análisis lingüístico revela que es más
heterogéneo que el esperanto:
En el caso de una lengua como el
inglés, nos hemos de enfrentar con muchas lenguas (como los cabellos en una
trenza) unidas en una sola entidad lingüística (Lord, 1974, p. 73). No
consigo traducir el original de forma satisfactoria. El autor dice: "When we
come to a language like English, we find ourselves dealing with several
languages rolled into one".
El esperanto es más homogéneo porque las leyes que rigen la asimilación de
los préstamos son aquí más rigurosas. Lo que determina la heterogeneidad de una
composición, no es la diversidad de origen de los elementos, es su carencia de
armonía y de núcleo asimilador, como sabe cualquiera que haya tratado de
hacer... una mayonesa.
e) idealización
Varias veces, La Asamblea Nacional Francesa ha sido requerida
para estudiar proposiciones de ley tendentes a incluir el esperanto entre las
lenguas extranjeras enseñadas en el nivel secundario, con el mismo rango que
lenguas como el árabe, el holandés, el polaco o el occitano. La respuesta del
ministerio ha sido siempre la misma: El esperanto no tiene cabida en la
enseñanza de las lenguas, porque ésta "incluye el acceso a una cultura, y, para
las lenguas extranjeras, a una civilización" (respuesta n° 8531 del 8 de febrero
de 1982 del Ministro de Educación Nacional al Diputado Sr. Philippe Marchand).
Esta respuesta, que le parece satisfactoria a casi todos, revela de hecho la
idealización. Difícilmente los alumnos podrán acceder a una cultura o a una
civilización si, a nivel de Bachillerato, sólo el uno por cien consigue
expresarse correctamente en la lengua extranjera estudiada al lo largo de toda
su escolaridad.( Esta situación es similar en España).
Resumiendo, si son consideraciones de orden cultural las que rigen la
enseñanza de las lenguas, ¿Cómo explicar la distribución de las preferencias de
los alumnos?. En Francia, el 80% "eligen" el inglés, el 16% alemán, el 3% el
español y menos de un 1% otras lenguas. ¿La cultura anglosajona presenta un
interés superior a las otras en una proporción similar? . No hay paralelismo
entre el lugar respectivo de las culturas en la civilización humana y su lugar,
en Francia, en la enseñanza de las lenguas.
La verdad es que si el inglés se enseña tan frecuentemente, es porque los
padres lo piden. Y no lo piden por aprecio a la cultura anglosajona. Lo piden
porque quieren dotar a sus hijos de un medio de alcanzar el éxito en la vida y
porque les parece que el inglés puede proporcionar más posibilidades de
alcanzar este objetivo. El acceso a una cultura o a una civilización extranjera
prácticamente no se produce más que a nivel universitario, especialmente por el
escaso número de jóvenes que estudian letras. El argumento del ministerio, que
no tiene en cuenta los hechos( el conocimiento de las culturas extranjeras es
más profundo en una muestra de esperantófonos que en una muestra aleatoria de
población con el mismo nivel de instrucción), pone de manifiesto este mecanismo
de defensa que se llama idealización. La realidad de la enseñanza de las lenguas
es aquí reemplazada por una visión ideal, sin relación alguna con la autentica
realidad.
Etiología : La angustia subyacente
Los mecanismos de defensa tienen la misión de proteger al ego contra la
angustia. Su intervención en el caso que nos ocupa debe, pues, significar que
el esperanto, en las profundidades del psiquismo ,se vive como experiencia
angustiosa.
1. La defensa del statu quo
En ciertos aspectos, la resistencia al esperanto es comparable a la
oposición con la que se toparon Cristóbal Colón y Galileo: Un mundo estable y
perfectamente ordenado era trastornado por esas nuevas teorías que hacían perder
a los humanos sus cimientos milenarios. Del mismo modo, el esperanto llega a
alterar un mundo en el que a cada pueblo le corresponde una lengua y cuya lengua
es recibida de los antepasados como un bloque al que ningún individuo sabría
cómo tocar. Lo que demuestra que la lengua no es forzosamente un regalo de los
siglos pasados si no tal vez el resultado de una convención. Tomando como
criterio de corrección, no la conformidad a la autoridad, si no la eficacia de
la comunicación, se alteran las relaciones humanas, reemplazando un eje
vertical por un eje horizontal. Por lo que de este modo se atacan demasiadas
cosas profundas sobre las que no existe el menor deseo de que se haga la luz.
Por ejemplo, ¿que ocurriría con la jerarquía de las lenguas?. El gaélico, el
holandés, el francés, el español, el inglés.... se sitúan a distintos niveles
tanto en la mente de las personas como en la mayoría de los textos
institucionales. Si para comunicarse personas de diferentes lenguas, se adopta
el esperanto, esta jerarquía pierde su razón de ser.
2. La lengua como valor sagrado y símbolo de identidad.
Pero la lengua no es únicamente un fenómeno social, exterior. Está
entretejida en el mismo tejido de nuestra personalidad. "He mamado el catalán
con la leche de mi madre", decía una persona interrogada en el ámbito de la
investigación que ha servido de base al presente artículo. Nuestros conceptos
tienen una tonalidad afectiva de una capital importancia para el comportamiento.
El núcleo afectivo del concepto "lengua" se sitúa en la relación con la madre,
razón por la que, sin duda, la mayoría de los pueblos llaman "materna" a la
lengua aprendida en el seno de la familia. Entre el bebé que no puede más que
llorar para expresar su sufrimiento, no obteniendo a menudo mas que reacciones
inadecuadas ( ya que la madre no sabe que hacer) y el niño de tres años que
explica mediante palabras lo que le ocurre, se ha producido un cambio que el
niño vive como milagroso.
Éramos demasiado pequeños, cuando aprendimos a hablar, como para
percatarnos de que no se trataba realmente de un banal proceso de aprendizaje .
Entonces, recibimos un regalo mágico, un juguete divino. Antes éramos incapaces
de explicarnos y de repente, sin comprender el por qué, nos encontramos dotados
de un talismán que realiza toda clase se milagros y enriquece, en una medida
inaudita, algo sin lo cual no podríamos vivir: La relación humana. La necesidad
de sentirse entendido y comprendido es una de las necesidades más fundamentales
del niño. Sin el lenguaje, ¿que le quedaría entonces?. La actitud de los
padres, luego la larga influencia de la escuela, que presenta la lengua como una
norma intocable y la llave de todas estas bellezas que son la obras literarias,
no hacen más que reforzar este núcleo afectivo. En este contexto psicológico,
pretender que una lengua "fabricada" por un casi contemporáneo (se confunde
siempre el esperanto con el proyecto de Zamenhof) pueda funcionar igual de bien
que la lengua materna, es insultarla, es despojarla del estatuto de talismán
mágico que ella ha guardado siempre en lo más profundo de nuestro ser, incluso
si a nivel consciente la concebimos de forma más sobria. Estamos ante un
sacrilegio insoportable. Esto es sin duda para evitar una desacralización tal
que algunos esperantófonos, por un movimiento psicológico totalmente
comprensible, ya que preserva una atmósfera suprahumana que tiene su valor,
dicen que la obra de Zamenhof no es explicable por él sólo y lo atribuyen a una
inspiración de las Alturas.
Pero esto no es todo. Cuando se exploran las reacciones psicológicas
suscitadas por la palabra esperanto, choca ver la cantidad de personas que no
soportan la idea de que esta lengua pueda ser, por ciertos rasgos, superior a su
lengua materna . Esta reacción procede de la identificación de la lengua a la
persona: Mi lengua es mi pueblo y éste soy yo; si mi lengua es inferior, mi
pueblo es inferior y yo soy inferior. Declarando al esperanto a priori sin valor
y formulando este juicio como una evidencia, estamos salvados : Un pase mágico
humanamente comprensible, pero socialmente inadmisible. Si se priva, de este
modo, a la población mundial de un modo de comunicación internacional
(incluidos los diferentes pueblos que forman esas naciones) que
facilitaría la vida y representaría un ahorro fantástico.
3. Miedos diversos
El estudio de las reacciones al esperanto por el método de la entrevista
clínica, pone en evidencia toda clase de miedos subyacentes que sería imposible
tratar detalladamente aquí. Destaquemos ocho :
a) Miedo al riesgo
El esperanto está considerado por por las instancias oficiales y
por algunas instituciones prestigiosas como algo carente de valor, por ello, si
uno se pronuncia en su favor puede quedar en evidencia. Es pues menos arriesgado
repetir eso que todos dicen y que parece corresponder a la actitud de los
dirigentes o de la elite intelectual.
b) Miedo al contacto directo.
Pasar por la traducción o por una lengua que no se domina lo
suficientemente como para permitir intercambios profundos, directos y matizados
tiene algo de tranquilizador. El encuentro personal, en unas condiciones de
perfecta facilidad de comunicación, entre mentalidades radicalmente diferentes
podría tener un efecto desorientador. Este miedo es injustificado, ya que el
esperanto se inserta en en nuestras estructuras mentales a un nivel más cercano
a la verbalización espontánea que cualquier otra lengua (Piron, 1987b). Un
joven japonés que dio la vuelta al mundo alojándose en cada etapa en casa de
los esperantófonos locales, contó los inconvenientes que representaron para él
estos encuentros directos con personas que luego, puesto que manifestaban lo que
ellos realmente eran , reconsideraron toda su concepción de la vida (Kiotaro
Deguti, 1973).
c) Miedo a la regresión infantil
Se confunde "simple" con "simplista" e "infantil", por lo que la idea de que
el esperanto no puede servir para la expresión del pensamiento verdaderamente
adulto, con un alto nivel de abstracción. Se aísla así el factor "simplicidad"
de su complemento que cambia lo cambia todo: la combinatoria ilimitada . Es el
error que cometería un chino que mirando por encima-encima nuestro alfabeto de
28 letras, lo juzgase demasiado elemental y rechazase la posibilidad de que con
él se pudiese aprender esperanto con muy poco esfuerzo y acceder así a muchas
más riquezas culturales y a contactos de una variedad sensiblemente mayor, es
decir, en el lenguaje afectivo del inconsciente, a una potencia superior.
g) Miedo a la heterogeneidad
Es una proyección del miedo a la fragmentación sobre el dominio de la
comunicación lingüística. Debido a la identificación de la persona con la
lengua, el esperanto se presta a la proyección sobre él de las emociones
relativas al conjunto de nuestra personalidad . Por eso, es sentida, a nivel
inconsciente, como una construcción frágil hecha con la ayuda de elementos
contradictorios y siempre a punto de dislocarse.
h) Miedo a la nivelación y a la destrucción
El esperanto es percibido como un rodillo compresor que va a destrozar
todo a su paso, aplastando especialmente las diferencias culturales
"Está orientado hacia la supresión gradual de las tradiciones"
(Accontini, 1984, p. 5).
Hay en la proyección sobre la lengua de Zamenhof elementos pertenecientes
bien a eso que Freud llamó los instintos de muerte, bien al núcleo afectivo
inconsciente descrito por Charles Badouin bajo el nombre de Autómata
(Baudouin, 1950, pp. 225-229). Este miedo carece de base objetiva, como lo
demuestra la observación del entorno esperantófono, donde las diferenciaciones
culturales así como el respeto a cada tradición y a cada lengua son muy
acentuados. En realidad, este miedo es el resultado de un desplazamiento: el
que, de forma objetivamente verificable, provoca una nivelación y una
destrucción de los valores culturales particulares es una manía para un
anglosajón primario, sin gran relación con los valores británicos o americanos,
pero asociado a la lengua inglesa. El hecho de que la
juventud de Seúl, de Moscú y de Berlín baile, llevando los los mismos vaqueros,
con los mismos ritmos importados del mismo país, los Estados Unidos, pone de
manifiesto un efecto nivelador que no se aprecia en parte alguna en el mundo del
esperanto.
IV Conclusión : la función histórica de la resistencia
psicológica
La razón de las reacciones afectivas citadas más arriba se hacen ahora más
claras: el interesado tiene miedo. El teme que se le arrebate o deteriore un
tesoro sagrado que resplandece en el fondo de su psiquismo, de una belleza
mágica que nada tiene derecho a sobrepasar: la lengua materna, símbolo de su
identidad. Igual que un gorrión encerrado, que enloquecido, no cesa chocar
contra el cristal de la ventana sin ver que al lado hay una puerta abierta, no
tiene la serenidad necesaria para mirar tranquilamente lo que es realidad, este
esperanto que parece desacralizar la noción misma de lengua . Está atrapado en
un circulo vicioso: para dejar de tener miedo, sería necesario mirar de frente a
la realidad, pero para atreverse a ir a allí a ver esta realidad, sería
necesario dejar de tener miedo.
Semejantes reacciones, ilógicas, pero típicamente psicológicas, no existirían sin la intervención de factores políticos y sociales, transmitidos
por los medios de comunicación, que sería imposible de analizar aquí y que han
sido tratados en otra parte (Piron, 1987a, pp. 22-28 et 34-36). Ellas suponen en efecto una influencia subliminal, comparable a la de la publicidad y la propaganda política, basada en una desinformación involuntaria, autoalimentada desde principios del siglo pasado. ¿Como comprender si no que los niños y
adolescentes no presentan casi nunca una reacción a priori negativa hacia el
esperanto, aún cuando todos los elementos afectivos desencadenantes de los
mecanismos de defensa de los adultos están también presentes en ellos? Manipulado por sus inconscientes, el hombre del siglo XXI no se percata de que
habría que estudiar los hechos antes de emitir un juicio sobre el esperanto.
Algo que tal vez pueda lamentar.
Pero, en una perspectiva histórica, se notará que estas reacciones han
tenido un efecto positivo . Una aceptación general del embrión lingüístico
compuesto por Zamenhof lo habría sometido controversias de las que no no habría
salido vivo. Estaba en ese estadio demasiado frágil, demasiado incompleto.
Tenia necesidad de un período de vida en un ámbito restringido, pero
multicultural, para que se introdujesen los ajustes necesarios, que se
definiesen los campos semánticos, que las lagunas se colmatasen de forma
natural, mediante el uso.
Por otra parte, las relaciones lingüísticas han sido siempre relaciones de
poder. La idea de reemplazarlas por relaciones de igual a igual, confiriendo a
la más pequeña (en número de usuarios) de las lenguas el mismo estatuto que
gozan las de los gigantes económicos y culturales, era demasiado perturbador
para que la humanidad pudiese adaptarse de golpe sin perjuicio alguno. Los
cambios de mentalidad exigen una asimilación lenta.
De un siglo de desafíos , de un siglo de pruebas políticas e intelectuales,
el esperanto sale considerablemente vigoroso, flexible y afinado. Es una lengua
con una acusada personalidad, tan viva como el francés de Rabelais . Ella
estimula la creatividad lingüística de una manera a menudo terapéutica, pues
obliga a reencontrar el derecho ilimitado que gozaba el niño en edad preescolar
de crear sus propias palabras, pero con la posibilidad de aplicar esta facultad
a otras nociones por muy propias de adultos que sean . La existencia de esta
vitalidad, de esta creatividad, todavía es negada por la mayoría, pero siempre a
priori. Tan pronto como un autor se basa en el estudio de los documentos del
esperanto vivo, reconoce su gran vitalidad. Sea lo que fuere, la resistencia
opuesta al esperanto parece desvanecerse en la actualidad . ¿No será,
simplemente, por que ha dejado de ejercer su función?.
El comportamiento de la sociedad frente al problema de la comunicación
lingüística presenta todos los signos del masoquismo. Las personas son a la vez
cómplices y victimas de un sistema que soporta una suma fantástica de
frustraciones, aun cuando ellas tienen a mano un medio simple y eficaz de
evitarlas. Un medio cuya calidad es fácil de comprobar. Pero el reflejo más
corriente tan pronto como se le evoca, es el rechazo. Lo que confirma la
hipótesis de un masoquismo social, es la amplitud del desvío de recursos que
implica este rechazo de lo real. Las complicaciones enervantes y evitables, como
resultado del sistema actual, las pagan financieramente los ciudadanos, mediante
sumas astronómicas, tanto como sujetos pasivos de los impuestos directos (IRPF),
como indirectos sobre el consumo (IVA). El precio en dinero, en tiempo en
esfuerzos, en energía nerviosa, en sufrimientos, en injusticia lo da el adagio
"¿por qué hacer las cosas sencillas si se pueden hacer mucho más
complicadas?",sobrepasa de lejos cualquier tentativa de evaluación.
¿Se dirá que no se trata de masoquismo, si no de un
malentendido?. En efecto, algunos creyeron entender que el esperanto
tenía por objeto la sustitución de todas las lenguas y lo descartaron
inmediatamente para defender los valores de su cultura y de su identidad. Si se
trataba de matar la diversidad lingüística del mundo, su reflejo sería
completamente loable. Pero no es esta la cuestión. El inglés será siempre el
mejor medio de comunicación entre anglófonos. En cambio entre, digamos, un
coreano y un sueco, el esperanto se revela mucho más agradable y mucho más
eficaz que el inglés, tras un aprendizaje de ocho a diez veces inferior. El
esperanto siempre ha sido propuesto solo como un medio de comunicación entre
personas de lenguas diferentes. La explicación por el malentendido es
tal vez válida para una parte de la población. Pero no lo es en absoluto a
nivel de ministerios, de instancias internacionales, cátedras de lingüística y
de sociología, y mucho menos para los medios de comunicación.
Otra hipótesis debe ser
combinada sin duda con la del masoquismo: la capa de población
lingüísticamente cultivada desearía, tal vez de modo inconsciente, conservar su
superioridad. Quienes poseen una de las grandes lenguas utilizadas en las
relaciones internacionales gozan de una ventaja considerable a la que no están
dispuestos a renunciar.
Esto es cierto particularmente en el tercer mundo, donde la pequeñísima
franja de población que sabe inglés o francés detenta, por este simple hecho, el
poder. Si esto es así, el masoquismo de las grandes masas se uniría a la
equivocación practicada por las "élites", quizás de buena fe, para mantener una
situación de injusticia que ellos aprovechan.
Poniendo al alcance de los pequeños, de los oscuros, de los sin grado, el
esperanto altera un aspecto de la estratificación social . ¿ Quién sabe si
algunos no viven esta democratización potencial como una amenaza?. Pasar del
registro del súper-yo al registro del yo no es forzosamente atrayente. Sobre
todo para aquellos que, detentando el poder, se identifican con el súper-yo.
(traducción libre y adaptada al español, con permiso de su autor, del
artículo "Les réactions psychologiques à l'espéranto") http://www.terra.es/personal8/amm61631/esperanto/las_reacciones.htm |